1. Lee la Biblia: Se constante, medita y aplica lo que lees. Haz tus devocionales diarios. Usa tu creatividad para tus estudios bíblicos. Y verás que Dios hablará a tu vida. Entre más te apasiones por su palabra, mayor será el conocimiento y sabiduría que obtendrás.
2. Ora: No dejes que las distracciones te quiten ese valioso tiempo. No uses monólogos repetitivos. Habla con Dios, cuéntale como te sientes. Deja tus cargas a sus pies. Recupera esa relación que tenías antes.
3. Rodéate de personas que te acerquen a Dios: Empieza a seleccionar quienes son los que te hablan de Dios y los que te alejan de él. Da la iniciativa y oren, canten, estudien la Biblia. Donde dos o tres se reúnen en su nombre, ahí está él.
¡Dios te bendiga muchísimo! ¡Dios está presente, pero tienes que prestarle atención!
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